Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. Juan 20:25-30

Imagino la escena y la confrontación amorosa de Jesus, no dejo de conmoverme ante el amor y la osadía de la incredulidad de Tomas .Tuvo la opción de no meter el dedo en el costado herido de Jesus, tuvo la opción de expresar lo que unos instantes después dijo : Señor mío y Dios mío!, no aprovecho su momento de bienaventuranza. Pienso que como Tomas hemos metido nuestro dedo en sus heridas, la incredulidad hiere el corazón de Dios. Es un desafío entre la autosuficiencia y la humildad necesaria para la fe que decide expresar : Señor mío y Dios mío! Y caer rendido a sus pies. Sigue haciendo señales en presencia de cada uno de nosotros, evidencia de su amor personal por cada uno y la declaración : Pero éstas ( las que se encuentran en la bendita Palabra) se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.Creo que Jesús es el Cristo( el ungido del Padre) el Hijo de Dios, y tengo vida en su nombre. Podríamos hoy “domingo de la entrada de Jesús a Jerusalén” aplaudir con palmas y después negarlo o como Tomas meter nuestra mano en su cuerpo herido o independientemente de las circunstancias que vivamos, dolorosas, tristes, o difíciles decir Creo! Sus principios, promesas y vida eterna son mi posesión más preciosa. Creo ! Perdón por mi incredulidad que me lleva a vergüenza y dolor . Quiero ver que sonríes cuando me miras . Ayúdame a serte fiel.
Te invito a hacer tu reflexión y oración desde lo profundo de tu corazón .

Fanny