Romanos 15:4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. 

Paciencia, consolación y esperanza; en la vida de un hijo de Dios como compañeras inseparables. Vivencias, testimonios, historias de vida, en la Escritura, fueron inspiradas por el Espíritu Santo para darnos el aliento diario, para que lo sencillo y práctico del mandamiento de Dios, envuelto en el amor y sabiduría del Padre, llegue a nuestra vida en Palabras y enseñanza. La escritura es inspirada por Dios y útil para cumplir el propósito en cada uno de nosotros, en cada circunstancia.   

¿Necesitas paciencia? ¿Consolación? ¿Esperanza? La respuesta es simple: La Palabra de Dios; nuestro regalo del amor del cielo hoy para el tiempo que vives. En ella, todo cobra sentido, hay propósito. Y el bálsamo de Dios sana y actúa poderosamente. 

PS. Fanny